El caso brasileño
El proceso de delimitación fronteriza entre Perú y Brasil se remonta a las disputas de los territorios coloniales controlados por las coronas de España y Portugal. El primer tratado limítrofe firmado para delimitar las posesiones de ambas coronas fue el de Tordesillas en 1494; posteriormente, el Tratado de San Ildefonso de 1777 estipuló que cada parte interesada se quedaba con lo que poseía al momento de la firma del tratado, estableciendo como referencia el uti possidetis de 1750.
Negociaciones a inicios de la República
Los primeros tratados firmados entre Perú y Brasil dieron prioridad al tema de navegación por el Amazonas frente a la necesidad de definir los hitos fronterizos entre ambas naciones Doc. 1 En 1866, ambos gobiernos nombraron a los comisionados encargados de fijar los hitos de frontera tal como la habían acordado en 1851. La comisión comenzó sus labores por la boca del Apaporis, siguió por el río Putumayo -donde se realizaron algunos cambios, y terminó con la exploración del río Yavarí, pero al no poder llegar hasta las nacientes mismas, determinó por cálculo el lugar de origen. Años después, en 1898, el gobierno del Brasil comunicó al Perú que Cunha Gómez, jefe de una comisión de límites, había determinado el origen exacto del río Yavari, lo que trajo consecuencias negativas para el Perú. Los límites territoriales entre el Perú y Brasil no serían resueltos sino hasta 1909, con la firma del Tratado Velarde-Río Branco, que fijó la línea de frontera a partir de la naciente del río Yavarí. A pesar de las críticas a las conclusiones del tratado, un análisis más detallado nos muestra que el Perú no cedió al Brasil sino lo que este país tenía ganado como consecuencia de anteriores actos internacionales. Además, el Perú mantuvo integramente las dos zonas declaradas neutrales en momentos que se desarrollaban las conversaciones para la firma del tratado.
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